Archive for junio 2015
¿Porque las mujeres se quedan en una relación abusiva?
Una de las preguntas que nos hacemos típicamente cuando nos enteramos de un caso de violencia de pareja es "¿porque una mujer abusada decidiría quedarse con su pareja?" Aún incluso luego de que sus familiares, amigos y profesionales les aconsejan salir de la relación. Lamentablemente muchas veces la mayoría de la gente se hace esta pregunta con la idea subyacente de "¿porque les gusta ser abusadas?".
Esta misma pregunta se hizo Meyer (2012) a la cual dio un poco de luz en un interesante artículo publicado. Ella aborda esta pregunta desde la perspectiva de una toma de decisiones basada en el género. Esta perspectiva argumenta que hombres y mujeres tienen diferentes estilos cognitivos para su toma de decisiones. Mientras que los hombres toman decisiones basadas en el egocentrismo y beneficio propio, las mujeres tienden a tomar desiciones basadas en los beneficios que estas decisiones traerán hacia sus seres queridos cercanos (como por ejemplo, sus hijos). De antemano, esta perspectiva ya nos da un poco de idea de las posibles razones.
En una serie de entrevistas a profundidad realizadas a 29 mujeres que había sufrido de violencia de pareja (y que en el tiempo del estudio se encontraban separadas de su pareja), se encontraron al menos dos grandes razones: el impacto que tiene la decisión en los hijos, y la dependencia económica que se tiene de la pareja.
Con respecto al impacto que tiene la decisión en los hijos, Meyer comenta que muchas de las mujeres entrevistadas relatan como el percibir del riesgo en la relación les hace decidir si dejar o no ésta. Por ejemplo, cuando la mujer cree que aún tiene posibilidad para defender a sus hijos de su pareja agresora, tenderá a permanecer en la relación, sin embargo, en el momento en el que ella se percata de que su pareja no sólo representa un riesgo para ella, sino también para sus hijos, y que además ve cada más poder defender a sus hijos de la situación, tenderá a buscar la forma de salir de la relación con sus hijos y buscar ayuda,
Por otro lado, la dependencia económica también juega un papel muy importante. Meyer comenta que muchas mujeres permanecen en la relación, aun queriendo salir de ella, básicamente porque carecen de los recursos financieros suficientes para comenzar una nueva vida (o al menos una vida estable) para ella y sus hijos. Muchas mujeres relatan que aunque meses atrás ya habían decidido salir de relación, no lo hicieron porque no tenían sus documentos importantes con ella, y porque no contaban con el dinero suficiente para salir a vivir de forma independiente. Y no fue sino hasta que buscaron los medios para conseguir estas dos condiciones, que no se dio el paso final para dejar la relación.
La información proporcionada por el estudio de Meyer si bien es bastante básica, da una buena luz sobre el razonamiento que tienen las mujeres al momento de decir continuar en una relación abusiva. Y esta información es muy importante. Lejos de simplemente saciar nuestra curiosidad del porque sucede este fenómeno, no hay que dejar de lado su aplicabilidad. Muchos profesionales que tratan casos de violencia de pareja (sea que se dediquen a ello o no) en ocasiones ven sus consejos infructíferos al ver que la mujer decide continuar en la relación o incluso regresar, lo que muchas veces se traduce en una disminución de la motivación para seguir con el caso en cuestión. Desde esta perspectiva que presenta Meyer, hay que tomar en cuenta las variables acosiadas a la decisión de permanecer en la relación, ya que en la medida de que los profesionales lo tomemos en cuenta, podremos brindar un servicio mejor con una mayor comprensión a apoyo. Y esto último no es poco, pues se ha encontrado que cuando las mujeres abusadas se sienten comprendidas y apoyadas (y no responsabilizadas por ser agredidas) mejor pronostico tendrá el caso, existirá una mayor probabilidad de que deje la relación, y de que se continúe con el tratamiento psicológico recomendado por el especialista.
Sin duda la información que proporciona Meyer es de gran utilidad. La cuestión es recordarla al momento de atender casos de violencia de pareja. Y por supuesto, también difundirla, pues no hay peor acción que hacer sentir a un mujer abusada culpable y responsabilizada de ser víctima de su agresión, y al difundirlo, ayudamos a cambiar la visión de que una mujer que se queda en la relación lo hace porque le gusta ser agredida.
P.D... Si quieren conocer las razones desde la perspectiva de una mujer víctima de violencia por su pareja, les recomiendo ver la TED-Talk de Leslie Morgan "Why domestic violence victims don't leave", donde explora desde su punto de vista, otras razones por las que las mujeres continúan en una relación violenta.
Referencias
Meyer, S. (2012). Why women stay: A theoretical examination of rational choice and moral reasoning in the context of intimate partner violence Australian & New Zealand Journal of Criminology, 45 (2), 179-193 DOI: 10.1177/0004865812443677
sábado, 27 de junio de 2015
Por Julio Vega
La Psicología como Ciencia: Un recorrido por su desarrollo
La frase “psicología y ciencia” suele causar gran controversia, pues existen diversas posturas y opiniones sobre el valor que tiene la psicología como ciencia. Por lo que es conveniente, poder entender del tema y generar nuestra propia opinión, para esto es conveniente realizar un breve recorrido histórico de la psicología y de sus características como ciencia.
Históricamente existen dos paradigmas contrarios sobre la consideración o no, de la psicología como ciencia;, por una parte, los que la consideran una ciencia es debido a su método científico, mientras que por otro lado, la postura de los positivistas tiende a desvalorizar a la psicología, por tratarse de una disciplina cuyo objeto de estudio es muy amplio y difícil de someter a una comprobación empírica.
Pero ¿Cuál ha sido el desarrollo histórico de la psicología? Y ¿cómo se percibe en diferentes regiones?.
Recordemos que el desarrollo de la psicología comienza en Estados Unidos con estudios sobre la inteligencia y el desarrollo intelectual de los niños, dando paso al auge de los psicoterapeutas, mismos que tuvieron que ganarse su lugar para ser diferenciados de los psiquiatras, como ocurre hasta la actualidad. En 1920, la psicología comenzaba a ejercerse por personas que no tenían formación en el área, dando origen a las malas prácticas y como consecuencia a los programas de certificación. De esta forma durante la segunda guerra mundial la psicología comienza a posicionarse en el área de reclutamiento y examinación de los soldados por personal certificado en el área. Al final de la guerra, la psicología comienza a involucrándose en el área escolar, laboral, clínica, generando competencia con otros profesionales y como consecuencia, los psicólogos tuvieron que delimitar las funciones de su profesión (Cautin, Freedheim y Deleon, 2012).
En contraste en América Latina ha sido más lento el desarrollo, iniciando en la mitad del siglo pasado con los primeros programas de entrenamiento profesional en 1947 y 19848 (Ardilla 2004). Así el camino de la psicología en América Latina se orienta la investigación de problemas relacionados con el desarrollo social, enfatizando en trabajos prácticos que solucionen problemas del contexto social del momento, de igual forma los psicólogos latinoamericanos buscan entender al hombre, describirlo, comprenderlo y explicarlo (Ardilla 2004).
Así en el siglo XX la investigación en América Latina se centró en la psicometría., en la actualidad el campo de investigación de la psicología es amplio, incluyendo las áreas menos tradicionales como psicología jurídica, psicología de la salud, psicología deportiva, psicología ecológica y ambiental, (Ardila, 2004).
Con este breve recuento, se observa como el desarrollo de la psicología ha ido a la par con el contexto histórico y cultural, ya que se observa la diferencia del desarrollo en Estados Unidos y América Latina, en cada uno atendido a necesidades propias del contexto.
Partiendo de la idea que en la psicología se hace investigación, esta entraría dentro de la clasificación de las ciencias sociales, existiendo tres métodos principales para generar investigaciones: el método cuantitativo, cualitativo y mixto. Todos comparten los pasos básicos del método científico (Hernández Sampieri, Fernández-Collado, y Baptista Lucio, 2010; Lafuente Ibañez y Marin Egoscozábal, 2008), sin embargo, aquí surge la controversia, pues aunque cuenta con un método cientifico, el objeto de estudio en las ciencias sociales es el ser humano, e incluye factores subjetivos difíciles de investigar con el paradigma positivista, por lo que las ciencias sociales se han vinculado tradicionalmente con la metodología cualitativa (Ballesteros y García,1995).
Debido a lo anterior una forma de contribuir al desarrollo y fortalecimiento de la psicología como ciencia, es formar profesionales que sepan hacer investigación científica de forma adecuada, iniciando desde definir adecuadamente el objetivo y objeto de estudio para elegir la metodología adecuada. En este aspecto resulta importante la elección de la metodología, pues de esta forma se estaría contribuyendo a generar investigaciones de calidad que contribuyan al desarrollo de la psicología y a disminuir las malas prácticas.
Retomando la importancia del objeto de estudio de la psicología, resulta importante recalcar que al trabajar con personas en las investigaciones además de tener un sustento metodológico adecuado, deben regirse por principios éticos.
Tal como propone Sánchez Vázquez (2008), “El psicólogo al encontrarse en una relación asimétrica con las personas que atiende, es su responsabilidad el cuidado de esta relación, el psicólogo como profesional en el área debe equilibrar la relación con las personas que atiende siempre guiándose por el digno trato a las personas”.
Para esta guía ética de la profesión, La American Psychological Association (2010), señala que los códigos éticos que rigen la actividad de los psicólogos, deben aplicarse en todo momento, en las actividades que forman parte de su rol científico, educativo y en el ejercicio profesional.
En México cumpliendo con lo propuesto por la American Psychological Association, surge el Código ético del psicólogo, que tiene las siguientes características: a)Garantizar la protección de los usuarios del servicio de psicólogos, b) vincular explícitamente las normas que prescriba con principios generales, c)apoyar a la mayoría de las áreas de aplicación de la psicología, d) ofrecer apoyo al psicólogo tanto en la toma de decisiones como para educar a terceros (Sociedad Mexicana de Psicología, 2009).
Bajo la misma línea de ideas en Yucatán el Colegio de Psicólogos de Yucatán A.C (2010) recomienda que la labor profesional del psicológo se rija por principios éticos como la honestidad, legitimidad y moralidad, siempre en beneficio de la sociedad y promoviendo valores que propicien una vida digna, justa e igualitaria.
Sin embargo, tal como se ha mencionado, la psicología se encuentra aún en una constante lucha por su reconocimiento y aun falta para lograr una verdadera consolidasión en México, lo que se refleja en la falta de acuerdo para crear asociaciones de profesionales que se encarguen de vigilar que todos los profesionales en el área de la psicología cumplan con la certificación adecuada y sobre todo, que como parte de la formación profesional se promueva la importancia de regirse por un código ético, formando psicólogos que además de contar con una formación académica de calidad, cuenten con la formación personal adecuada para ofrecer un servicio de calidad y que beneficie a la sociedad.
Como conclusión, se debe tener en cuenta que es importante el método científico para la consolidación de la psicología y contribuir a las buenas prácticas. Así, la investigación en psicología además de ser útil para el desarrollo de nuevas teorías, es parte fundamental para la consolidación de la misma, pues es una forma de evidenciar que aunque no es una ciencia exacta, se puede hacer investigación con el sustento científico adecuado.
Sin embargo considero que cada profesional deberá formarse su propio criterio sobre la forma de abordar la psicología, siempre respaldándose con una metodología adecuada a las condiciones y contexto de su objeto de estudio. Por otra parte debe tenerse en cuenta que el desarrollar investigaciones para fortalecer a la psicología, deben tener siempre como eje rector los principios éticos, que aunque en la actualidad en México no existen mecanismos legales bien definidos y específicos para sancionar la mala practica de los psicólogos , considero que las escuelas y universidades que forman a los futuros profesionales, deben ser una plataforma de utilidad para formación de profesionales éticos. Sobre todo, por que en psicología el objeto y sujeto de estudio siempre serán las personas.
Referencias
American Psychological Association. (2010). Principios éticos de los psicólogos y código de conducta. Recuperado de http://www.proyectoetica.org/descargas/normativas_deontologicas/APA%202010.pdf.
Ballesteros, S., y García, B. (1995) El método de la psicología. En S. Ballesteros, y B., García (Eds.), Procesos psicológicos básicos (pp. 29-43). Madrid: Editorial Universitas.
Cautin, R., Freedheim, D. y Deleon, P. (2012). Psychology as a Profession. En B. Weiner, Graham, y Naglieri, J. (Eds.), Handbook of Psychology, Volume One, History of Psychology (2nd Edition), (pp.). EEUU: Editorial Board.
Colegio De Psicólogos Del Estado De Yucatán, A.C. (2010). Código De Ética Profesional Del Psicólogo. Propuesta Preliminar. Yucatán, México. Recuperado de http://psicologosdeyucatan.org/pdf/informe/propuestacodigo.pdf
Hernández Sampieri, R., Fernández-Collado, C. y Baptista Lucio, P. (2010). Metodología de la investigación (5ª Ed.). México: McGraw-Hill. Cap. 1 y 5.
Lafuente Ibáñez, C., & Marín Egoscozábal, A. (2008). Metodologías de la investigación en las ciencias sociales: Fases, fuentes y selección de técnicas. Revista Escuela de Administración de Negocios, 64, 5-18
Sánchez Vázquez, M. (2008). Ética y profesión: la responsabilidad en términos de Prudencia responsable. El caso de la psicología. Fundamentos en Humanidades. Universidad Nacional de San Luis – Argentina., 17, 145-161
Sociedad Mexicana de Psicología. (2009). Código ético del psicológo. México: Trillas.
sábado, 13 de junio de 2015
Por Unknown
¿Prevenir el consumo de alcohol previene la violencia?
Para la gente que está involucrada en la prevención de la violencia y la delincuencia el vínculo entre el alcohol y la violencia es bastante claro, generalmente lo damos por un hecho. Pero ¿Alguna vez nos hemos puesto a buscar información científicamente validada que confirme este vínculo? Si nunca lo han hecho, el día de hoy hablaré un poco sobre ello.
Ciertamente el vínculo entre el consumo (y abuso) del alcohol está relacionado con la violencia. De hecho, hace no mucho tiempo Sarah Roberts y sus colegas (2015) publicaron un jocoso artículo donde relacionaban ciertas marcas de bebidas alcohólicas con comportamientos violentos como peleas y lesiones. Mediante regresión logística, pudieron determinar cuáles marcas de bebidas alcohólicas hacían más propensos a sus consumidores de involucrarse en pelas físicas y lesiones. Se encontró por ejemplo, que marca Everclear 190 aumenta hasta 6.6 veces este riesgo, los Coñac Hennessy hasta 4.8 veces, Jack Daniels 3.7 veces, y Bacardi, Vodka Absolut en más de 2 veces. Incluso algunos investigadores creen que la relación entre el alcohol y la agresión es tan fuerte, que el mero hecho de pensar en el alcohol o estar expuesto a contenido relacionado a él puede aumentar la agresión. Ésta hipótesis fue abordada por Baptiste Subra y sus colaboradores (2010) en un par de estudios experimentales donde se concluyó que el mero hecho de pensar o estar expuesto a contenido relacionado con el alcohol efectivamente aumenta los pensamientos y actitudes pro-agresivas.
Y es que la relación entre el alcohol y la violencia va más allá de un simple problema a nivel individual, sino que su impacto a nivel social y comunitario también está bien establecido. Marie Crandall y su grupo de investigación (2015) encontró que existe una relación geográfica entre el alcohol y las peleas con armas de fuego en Chicago. Encontró que, que una gran presencia de establecimientos está altamente relacionada con los tiroteos, pero únicamente en barrios donde hay existencia situaciones adversas y vulnerabilidad, es decir, barrios pobres y marginados.
Si lo anterior pasa en Chicago, ¿Qué pasa en nuestra localidad donde hay zonas marcadamente marginadas? ¿Qué tanta prevalencia hay establecimientos que venden bebidas alcohólicas en esas zonas? Rápidamente, haciendo uso de las bases de datos del INEGI, hice un breve pero informativo análisis geográfico de los establecimientos que venden alcohol y el grado de marginación en la ciudad de Mérida. La primera variable la obtuve del Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE) buscando establecimientos que venden alcohol, cerveza y licores al menudeo. La segunda variable, mediante el Sistema para la Consulta de Información Censal (SCINCE), donde en sus indicadores relativos provee el grado de marginación proporcionado por el CONAPO a nivel AGEB. Y tal como puede ver en la figura de abajo, pareciera que en aquellas zonas donde hay más marginación (más rojo indica mayor marginación) existe una mayor concentración de establecimientos que venden bebidas alcohólicas. Y de hecho, se puede apreciar grandes índices de marginación y de establecimientos que venden bebidas alcohólicas en la zona sur de la ciudad. Igualmente, el oriente, lo que muchas académicos locales han llamado “el nuevo sur”, también tiene ambas variables.
Mapa 1. Relación espacial entre los establecimientos de venta de bebidas alcohólicas y la marginación en Mérida. |
Entonces, si la relación entre el alcohol y la violencia está más que estudiada, y podemos observar que en nuestra localidad existen focos rojos donde interactúan la venta de bebidas alcohólicas y la marginación, ¿Qué podemos hacer al respecto? ¿Qué se ha hecho en otros lugares? ¿Cómo podemos prevenir la violencia a partir de prevenir el uso del alcohol? Nuevamente la ciencia tiene la respuesta: La Organización Mundial de la Salud publicó en 2012 un documento donde explora intervenciones basadas en evidencia científica para prevenir la violencia, donde uno de sus ejes es precisamente ello: prevenir el uso del alcohol para prevenir la violencia. En ello, se discuten algunas aproximaciones que han demostrado ser exitosas:
Regular la disponibilidad del alcohol. Donde se abordan medidas para controlar la venta de alcohol, tales como el horario o el número de establecimientos. Ejemplo de ello es el caso de Brasil, donde se observó que el 60% de los asesinatos y el 45% de las quejas presentadas por violencia contra las mujeres se producían entre las 23:00 y 6:00 hrs. Y muchos de estos problemas ocurrían en zonas con altas concentraciones de establecimientos que vendían alcohol. En respuesta a ello, se implementó una ley donde se prohibía la venta de alcohol después de las 23:00 hrs. El resultado, analizado mediante análisis de series de tiempo, concluyó que los homicidios disminuyeron en un 44%.
Aumento del precio del alcohol. Donde el aumento del precio del alcohol restringe su uso. Y es que el precio del alcohol es un gran determinante en su adquisición. Algunos centavos podrían incidir en disminuir notablemente algunos tipos de violencia. Ejemplo de ello, es que durante 1992 y 1997 en Australia se aplicó un impuesto a la venta de bebidas alcohólicas. Posterior a la supresión del impuesto, los accidentes de tránsito, agresiones, suicidios, ahogamientos y caídas aumentaron considerablemente. Los estudios encontraron que el impuesto, disminuía el consumo nocivo de alcohol (especialmente en hombres) en un 36.6%.
Intervenciones comunitarias para mejorar los ambientes en los que se consume alcohol. Dónde incorporan una serie de medidas para movilizar recursos de la comunidad, promover la venta responsable al por menor, mejorar el confort y diseño de los establecimientos en los que se consume alcohol y aplicar estrictamente la legislación relativa al alcohol. En un exitoso programa llevado a cabo en Suecia, tanto autoridades nacionales, municipales y dueños de establecimientos que vendían bebidas alcohólicas formaron parte de un programa donde se capacitó a sus empleados, se agudizaron las normas para otorgar licencias, y se fomentó una mejor política en dichos establecimientos. El resultado, los delitos violentos disminuyeron en un 29% durante la aplicación del programa, lo que supuso un ahorro de €39 por cada euro que se invirtió.
En síntesis, podemos observar que ya identificado el problema del consumo del alcohol y su relación con la violencia, podemos incidir en ésta última al prevenir el consumo y abuso del alcohol. Los programas exitosos sugieren que este enfoque debería ser considerado con muchísima más importancia de que se da en la actualidad en nuestro país. Los sistemas de otorgamiento de licencia para establecimientos que venden alcohol deben ser más rigurosos, y deben estar más regularizados para evitar disponer de zonas con altas concentraciones de estos comercios. Los programas de prevención de uso de sustancias en niños y jóvenes deben realizarse desde temprana edad, siguiendo modelos exitosos y bien fundamentados. Y finalmente, programas y acciones como aplicaciones y cuentas de twitter que adviertan de retenes contra el uso de alcohol deberían ser igualmente sancionados, pues las autoridades no buscan hacer un daño con estos programas, sino prevenirlos. Así que en general, tenemos una gran tarea pendiente para prevenir la violencia, pero gracias a la ciencia, cada vez tenemos más y mejor información sobre cómo abordarlo. Así que si usted se dedica a la invaluable profesión de prevenir la violencia, en crear programas de prevención, en educar a jóvenes o en hacer propuestas a algún político o diputado conocido, no dude en compartir la información que el día de hoy les compartí, pues no solo es una tarea pendiente, sino es una tarea que la ciencia nos dice que va a funcionar.
Referencias
Subra, B., Muller, D., Begue, L., Bushman, B., & Delmas, F. (2010). Automatic Effects of Alcohol and Aggressive Cues on Aggressive Thoughts and Behaviors Personality and Social Psychology Bulletin, 36 (8), 1052-1057 DOI: 10.1177/0146167210374725
Crandall, M., Kucybala, K., Behrens, J., Schwulst, S., & Esposito, T. (2015). Geographic association of liquor licenses and gunshot wounds in Chicago The American Journal of Surgery DOI: 10.1016/j.amjsurg.2014.09.043
Organización Mundial de la Salud. (2012). Prevención de la Violencia: La Evidencia. Texas: OMS.
sábado, 6 de junio de 2015
Por Julio Vega